No, no subo hasta el cielo, ni se ha roto la jaula…
Eslabones de infames cadenas aglutinados por sangre y pellejo en algo que se parece a un cuerpo mantienen el soplo vital de millones de células tercas, soplo que ancla mi existencia a lo terreno, a lo no sublime, a las miserias humanas… ja!, “humanas”…
…las horas, los minutos, cada uno una disyuntiva entre dos planos…
Pesados andrajos de carne y sombras, dilúyanse , evapórense en pencas de maguey, transmuten en vapores de savia y dejen atrás las espinas de ese espinoso lugar…
…ese lugar llamado vida…